A medida que pasa el tiempo, el cuerpo va cambiando, los movimientos cada vez son más lentos, algunos dolores acuden constantemente, es algo inevitable envejecer. A partir de los 60 años se entra en la tercera edad, esta etapa de la vida está rodeada de aspectos tanto positivos como negativos, y desde el punto de vista sexual, hay varias mentiras y verdades que desarrollar.

Muchos creen que después de los 60 años ya no se tienen deseos sexuales, algo que es totalmente falso, porque vemos muchas viejasfollando. A pesar de las enfermedades y complicaciones que puedan surgir a esa edad, el deseo sexual es una cuestión de personalidad, dependiendo así del pasado de la persona, sus experiencias sexuales a lo largo de su vida, traumas o sentimientos negativos son factores que pueden afectar el deseo, pero poco que ver con la edad.

El deseo sexual

Psicológicamente, el deseo sexual puede disminuir por factores como prejuicios sociales, ansiedad, enfermedades que impidan movilidad causando que la persona crea tener un mal desempeño en el acto, incluso el miedo forma parte de esta cadena de factores que impiden al adulto mayor verse apto para disfrutar de su sexualidad a su edad.

En la mujer y el hombre, después de los 60 años hay cambios físicos a nivel de órganos reproductores que quizás hagan pensar que ya los años de goce físico terminaron, algo que solo es cierto en una pequeña parte.

El órgano reproductor femenino no lubricará como antes y sus contracciones musculares (orgasmos) tendrán menos duración, aunque la mujer mayor sigue conservando la capacidad de tener múltiples orgasmos.

En el caso de los hombres, tener y mantener una erección será un trabajo un poco más tardío, su fuerza eyaculatoria disminuye pero la duración en el acto puede durar más ya que posee mayor experiencia en el control de su eyaculación.

Sexo entre viejos y viejas

Es obvio que después de los 60 años las relaciones sexuales no pueden realizarse de la misma manera como en edades tempranas, las posiciones y los ritmos quizá cambien a algo menos atrevido y más cómodo. Lo que sí es seguro es que los seres humanos somos seres completamente sexuales, y la única forma de perder ese deseo es por traumas, enfermedades, o en el peor de los casos, la muerte.

Los prejuicios de las sociedades modernas hacen que parezca malo el acto sexual en adultos mayores, pero muchos no saben que es una edad donde las preocupaciones por el embarazo, la privacidad o el tiempo ya no existen y se puede explorar la sexualidad de forma abierta, siempre con moderación.

Este interesante tema es ignorado por muchos, algo absurdo ya que tarde o temprano todos deben afrontar la realidad de la vejez, desde todos los aspectos incluyendo la sexualidad.